domingo, 15 de noviembre de 2009

Caricatura Política




La caricatura política, ha sido a través de la historia de su existencia, uno de los cauces idóneos para la vinculación de los sectores populares con una postura crítica respecto a su realidad social.
La caricatura política, ha tenido variadas utilidades, como la de informar, desde luego, pero también como la de opinar sobre diversos temas, y también ha sido como expresión artística.
Al comienzo de la historia de la caricatura, estas fueron alegorías de una situación determinadas, con elementos simbólicos, siempre conteniendo una opinión implícita del suceso acontecido.
Las primeras caricaturas fueron retratos de personajes políticos, y así fue como apareció el humor dentro de las caricaturas, causando relevancia en ellas.
Se satisfació el deseo del ciudadano común, de burlarse de los personajes poderosos, por lo que muchos presidentes militares de facto, autoritarios, clausuraban las revistas, porque para ellos una caricatura los ofendia. Por lo que el poder autoritario de los políticos, detestaba el humor político, la caricatura y la ridiculización.
La caricatura nos sirve para informar, pero no muestra únicamente “la realidad” de una noticia, sino que siempre conlleva una opinión sobre la noticia. Pero tiene una desventaja, la cual seria que una opinión, nunca es imparcial y que siempre responde a diversos intereses y fines. Por ejemplo, durante gobiernos tiránicos, las caricaturas de la oposición al régimen, son alentadas desde el poder, mientras se prohibían las caricaturas que hicieran referencia alguna sobre el poder.
Una imagen de una caricatura, siempre nos sirve para relatar alguun acontecimiento, nos la podemos utilizar para “educar” (como en su tiempo fueron las pinturas religiosas del renacimiento), y siempre llevando consigo un discurso, una opinión, separando a los artistas, entre útiles al poder o a los revolucionarios. Este humor político, en la caricatura, casi siempre cuestiono al poder, porque su público, es la gente, que tiene un deseo de burla o posee una inquietud de cuestionamiento hacia los poderosos.

3 comentarios:

  1. Me parece que la caricatura política, como forma de expresión social, puede ofrecer una interpretación más profunda que la opinión amordazada en tiempos de gobiernos tiránicos. Discrepo cuando mencionas que la caricatura política tiene una función relatora y no educativa. La caricatura política ilustra con ironía el presente histórico y puede tener la virtud de llegar a las masas. Recordemos el caso del Hijo del Ahuizote en una sociedad analfabeta.

    Falta registrar las refencias que sustentan tus apreciaciones.

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  2. De acuerdo con el comentario anterior, estoy de acuerdo con la con la función educativa de la caricatura, ya que nos permite reflexionar sobre acontecimientos sociopolíticos, así como el ejercicio interpretativo. Estos aspectos mentales son inherentes al proceso enseñanza - aprendizaje.

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